Durante los casi 10 minutos que duró el discurso por parte del Primer Mandatario, puede apreciarse a un niño justo detrás de él que lucha por no quedarse de dormido.
Su labor es prácticamente heroica, pues después de esfuerzos extraordinarios logra mantenerse de pie hasta el final del evento, no sin antes haber soltado uno que otro 'discreto bostezo' e incluso desaparecer por un mínimo instante del cuadro de la cámara.
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